Salud

Viernes, 03 de mayo del 2019

Atención: uso excesivo de hisopos puede generar graves daños en el oído

El uso de hisopos con excesiva fuerza genera graves lesiones en los tímpanos, que solo pueden que ser tratados por especialistas mediante una cirugía.




Los hisopos son ideales para la limpieza de los conductos auditivos, pero su uso desmedido e inadecuado puede causar infecciones, perforar la membrana del tímpano y otros graves daños a los canales auditivos, advirtieron especialistas del Seguro Social de Salud EsSalud, que recomendaron un mayor cuidado en la higiene de este importante sentido del ser humano.

Al momento de limpiarnos el oído, inconscientemente introducimos demasiado el hisopo al canal auditivo, empujando la cera o cerumen hacia el interior y por efecto de esta presión compacta, lo que hace que el sonido se amortigüe, impidiendo la normal evacuación del cerumen y esto a su vez genere problemas auditivos, así lo aseguró el médico otorrinolaringólogo de la Red Prestacional Almenara, Roger Rueda Zegarra.

Además precisó que el uso con excesiva fuerza, también generaría graves lesiones en los tímpanos, daños que solo podrían ser tratados por especialistas mediante una cirugía denominada ''timpanoplastia'' para reparar el daño de la membrana auditiva.

De acuerdo con Ruega Zegarra, otro error que comenten las personas es usar un gancho para el cabello, pinza, clip o la punta del lápiz para limpiarse el oído, lo cual constituye un riesgo, pues podría generar una fuerte infección y provocar una parálisis en el rostro. Cabe señalar que los más vulnerables a estos daños son los niños, pues no tienen la noción de la profundidad de este órgano y se limpian el oído sin las precauciones adecuadas.

Si bien nuestro organismo tiene un mecanismo natural de auto higiene, el cual se encarga de liberar la cera o cerumen del oído de forma espontánea, existen otras alternativas para limpiar los canales auditivos.

Rueda Zegarra mencionó, por ejemplo, el uso de gotas especiales para eliminar el cerumen, también se puede hacer un lavado con jeringa o una microsucción, que se hace a través de un microscopio y un diminuto dispositivo que aspira el cerumen.

Enfatizó que la limpieza de la membrana timpánica debe ser realizada por un médico y en un consultorio, por ser este un procedimiento minucioso, difícil y a veces doloroso. Es importante resaltar que la acumulación de cerumen hace difícil e imposible detectar una afección o infección del oído.

 


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