Si muchos pensamos que el último verano fue demasiado caluroso, el invierno en Lima está demostrando no quedarse atrás con picos de temperatura (hasta 12 grados) y humedad (100%) que recién están empezando a verse.
Sumado a la contaminación de siempre, este es el caldo de cultivo propicio para toda clase de enfermedades respiratorias, desde las infecciosas como el resfrío común, la gripe y sus complicaciones, hasta las no infecciosas que se agudizan en esta época como la rinitis o asma.
Estas enfermedades se ven favorecidas además por condiciones como una mala nutrición, malos hábitos de higiene o el hacinamiento ¿Cómo podemos evitar y combatir las enfermedades que proliferan en esta época?
Adecuada alimentación para mantener activo el sistema inmune. En esta estación se recomienda verduras verdes, frutas de temporada. Aceites vegetales como de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz y soya. Plantas como el ajo y la cebolla, cítricos como el camu camu o pitajaya de la selva.
Los frutos secos como almendras, maní y avellanas también aportan vitaminas necesarias. Por último carnes como el pescado y pollo. También debes cuidar tu hidratación consumiendo agua, infusiones como la manzanilla.
Una vacunación contra el virus de la influenza (responsable de la gripe) también es importante, sobre todo en niños menores de 5 años, adultos mayores de 65 años, portadores de enfermedades crónicas y mujeres embarazadas.
No automedicarse en caso de una infección respiratoria y consultar a un médico. Antigripales, analgésicos y antipiréticos muchas veces son expendidos por boticas sin mayor criterio, exponiendo a las personas a efectos adversos. Los antibióticos mal administrados pueden causar resistencia.
Como ya hemos mencionado, la higiene y ventilación de nuestro hogar tanto como el aseo personal son factores importantes. Además hay que evitar exponerse a cambios bruscos de temperatura (como salir al aire libre inmediatamente después hacer ejercicios).
También es importante tomar precauciones para evitar propagar los males si ya estamos enfermos, como evitar los besos o taparse la boca con un pañuelo o la flexura interna del codo al estornudar. En caso de enfermedades crónicas subyacentes, mantener la medicación y controles periódicos.
Mantener actividad física frecuente como gimnasia, ejercicios aeróbicos y estacionarios, siempre sin exagerar. Incluso el estado anímico es importante. Ante un diagnóstico de depresión es necesario un control permanente y apoyo familiar. La actividad combate el estrés, que afecta el sistema inmune.