Tal parece que con el pasar de los años, las temperaturas alcanzan nuevos récords en nuestro país durante el verano. Todo indica que la tendencia no se detendrá y muchas de nuestras costumbres también tendrán que cambiar radicalmente, como el uso de bloqueadores, sombrillas, lentes, etc.
Sin embargo, una costumbre que muchos hemos mantenido intacta para cuando el calor agobia durante esta temporada, especialmente durante las noches, es la de dormir frente a un ventilador prendido. Esto, según siempre se nos ha dicho, es una imprudencia peligrosa ¿Es cierto?
Para Fernando Donaires, médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud, mantener ventilado nuestro hogar es muy importante. Sin embargo, aquella advertencia que escuchamos siempre decir a nuestras madres es cierta.
Y es que sí: usar mal tanto el ventilador como el aire acondicionado y demás artefactos puede acarrear riesgos para nuestro cuerpo como sufrir de asma, bronquitis, sinusitis u otras enfermedades respiratorias.
“El aire frío reseca las mucosas de las vías respiratorias y favorece el ingreso de gérmenes y polvo que afectan al organismo, provocando enfermedades”, señaló el especialista. También se puede producir infecciones en los ojos y resequedad en la piel.
Para combatir el calor durante las noches es mejor beber líquidos oportunamente (al menos dos litros de agua al día), usar ropa ligera (de preferencia de algodón) y reemplazar el ventilador prendido por las ventanas abiertas.
Aunque no es mala idea usar el ventilador durante el día, tienes que direccionarlo al ambiente para que movilice el aire y así evitar que los gérmenes se concentren en tu casa. Cuida tenerlo siempre limpio.
El aire acondicionado debe recibir mantenimiento al menos una vez al año para evitar que proliferen baterías y hongos.