Los niños zurdos son tan hábiles como los diestros y no padecen de trastornos de aprendizaje o inteligencia, tampoco se puede diagnosticar como una enfermedad, ni un síntoma de falta de destreza, sostuvo Beatriz Vega, psicóloga del Seguro Social de Salud-EsSalud.
En el marco de la conmemoración del “Día Internacional de la Persona Zurda”, la especialista indicó que todo niño, cuando nace, es ambidiestro y a los dos meses de edad empieza a producir un reparto de responsabilidades entre la mano de trabajo y la mano creativa. “Solo al llegar al tercer año de vida, se puede comenzar a afirmar que el niño será o no zurdo”, precisó.
“Antes se debe esperar que el denominado periodo de quirilancia o ambidiestrismo concluya. Durante este periodo clave que va de los tres a los siete años, los hemisferios cerebrales son equipotentes, es decir que no hay dominio de ninguno de ellos”, afirmó.
Si bien antes se pensaba que ser zurdo representaba un problema de salud, hoy se sabe que esta no es una enfermedad, sino, una característica propia del niño determinada por su cerebro. El hemisferio cerebral derecho domina la mano izquierda y el hemisferio izquierdo, la mano derecha, como parte de su naturaleza y no de un hábito o costumbre que el niño haya adquirido. El fenómeno en tanto, subrayó, es intracraneal.
La contribución de los padres y profesores, es brindarles paciencia y comprensión para que los pequeños con esta cualidad se adapten con facilidad en un mundo hecho en su mayoría para los diestros.
Estas recomendaciones las alcanzó al licenciada Vega Muñoz al recordarse el 13 de agosto como el Día Internacional de la Persona Zurda, que se celebra en el mundo desde 1976, fecha que pretende dar a conocer y ayudar a reducir las dificultades e incluso la discriminación que aún sufren dichas personas.