Unos parches para la piel que liberan estrógeno en la sangre pueden ser un tratamiento más barato y seguro para el cáncer de próstata que las terapias actuales, basadas en inyecciones de una sustancia química que corta los niveles de testosterona -la fuerza motriz de muchos de estos males- pero que causan efectos secundarios.
El resultado del estudio, publicado en Lancet Oncology, fue que los parches eran seguros y evitaban efectos parecidos a los síntomas que aparecen durante la menopausia. Aumentar de forma gradual los niveles de estrógeno en el cuerpo puede reducir la cantidad de testosterona producida y así ralentizar el crecimiento de este tipo de cáncer.
No obstante, el consumo por vía oral de estrógeno provoca significativos problemas de salud, incluida una sobredosis en el hígado. El tratamiento por excelencia, las inyecciones de LHRHa (hormona liberadora de hormona luteinizante), que reduce la producción de estrógenos y testosterona, también tiene efectos secundarios.
"El siguiente paso es probar si los parches de estrógeno son tan efectivos deteniendo el crecimiento del cáncer de próstata como las terapias de hormonas actuales. Actualmente estamos haciendo pruebas en 600 pacientes", sostuvo Paul Abel, del Imperial College de Londres.
