Fumadores de cigarrillos tendrían que pasar un examen para comprobar si están aptos de consumir este producto. Esta peculiar medida fue propuesta por Simon Chapman, profesor de la Universidad de Sidney y experto en temas de Salud Pública.
El examen constaría de diversas preguntas acerca del daño que hace el tabaco en las personas y si están conscientes de que consumir cigarrillos los pone en riesgo. Además, el consumidor deberá pagar para conseguir una tarjeta magnética que lo autorizaría a comprar cigarrillos.
Chapman indicó que las actuales restricciones no han frenado este mal hábito y que por eso su propuesta es más rígida. Para él la compra de medicamentos que causan riesgo a la salud es un caso muy similar a la problemática del consumo de cigarrillos, por lo cual su uso debería ser igualmente restringido.
El artículo en el que Chapman lanza esta idea fue difundido por la revista Plos Medicine, y en seguida la comunidad científica lo criticó por proponer un intento de restringir la libertad y el derecho de las personas sobre decidir la forma en la que viven.
