Un grupo de investigadores suecos demostraron que las personas que trabajan en profesiones que exigen más creatividad son también las que con más frecuencia reciben tratamientos de salud mental.
Según el estudio, publicado en la revista Journal of Psychiatric Research, existe una conexión especialmente evidente entre ser escritor y padecer esquizofrenia.
Los danzantes, fotógrafos e investigadores científicos son más propensos a padecer trastorno bipolar, una enfermedad mental que se caracteriza por cambios drásticos en el estado de ánimo.
La investigación señala también que las personas con trabajos que exigen dosis extra de creatividad son más propensas a sufrir ansiedad y depresión.