Acostarse tarde puede tener consecuencias significativas para la salud mental y física, advierten expertos en bienestar. Según una reciente investigación, los hábitos de sueño irregulares no solo afectan la regulación emocional y el estado de ánimo, sino también el sistema inmunológico. "El acostarse tarde puede afectar negativamente nuestro sistema inmunológico y nuestro estado emocional", explicó la psicóloga Lisseth López.
La irritabilidad y los cambios rápidos en el estado anímico son algunos de los efectos observados en personas con patrones de sueño inconsistentes. "Si observamos que constantemente tenemos irritabilidad dentro de nuestra personalidad y que cambiamos de estado anímico fácilmente, algo está afectando nuestro estado emocional", señaló Alessandra Baressi, terapeuta holística. Mantener un horario de sueño estable y evitar comer tarde son recomendaciones clave para mejorar la calidad del descanso nocturno.
Los profesionales del sueño sugieren cenar entre las 6:30 y las 8 de la noche para prevenir el insomnio, y destacan la importancia de un ambiente propicio para el descanso, que incluya buena ventilación y un espacio organizado. Además, recalcan que la calidad del sueño es crucial y puede ser incluso más importante que la cantidad de horas dormidas, especialmente por su rol en la regeneración celular y la producción de hormona del crecimiento.
Finalmente, los expertos aconsejan evitar la exposición a pantallas y contenido potencialmente perturbador antes de dormir para asegurar un descanso reparador.