El atropello de un estudiante a la salida de su colegio volvió a evidenciar el peligro que enfrentan los niños en zonas escolares. De acuerdo con las estadísticas, uno de cada diez accidentes fatales en el país ocurre precisamente en los alrededores de instituciones educativas, lo que convierte estos espacios en áreas de alto riesgo.
Medidas urgentes en las vías escolares
Un informe reciente indica que el 58% de los colegios evaluados carece de la infraestructura vial mínima para proteger a sus estudiantes. Entre las deficiencias más frecuentes destacan la falta de señalización vertical y horizontal, pasos peatonales deteriorados y la ausencia de rompemuelles. A ello se suma que más del 28% de los accidentes están relacionados con el exceso de velocidad de los conductores.
El programa Entornos Escolares Seguros impulsado por el municipio de Surquillo busca revertir esta situación mediante obras concretas: instalación de reductores de velocidad, pintado de pasos peatonales, señalización visible y la delimitación de senderos peatonales para separar a los menores del flujo vehicular. Un ejemplo de ello se observa en la institución educativa Ricardo Palma, en Surquillo, donde ya se aplicaron estas medidas con el objetivo de obligar a los conductores a reducir su velocidad a 30 km/h.
Sin embargo, especialistas advierten que estas acciones requieren mantenimiento constante para garantizar su eficacia. Los vecinos también reclaman que las municipalidades deben renovar periódicamente la pintura de las señales, pues con el desgaste del tiempo pierden visibilidad y efectividad. El reto del plan no solo es implementar las mejoras, sino sostenerlas en el tiempo y generar conciencia en los conductores sobre la importancia de respetar los espacios escolares.