La ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Aída García Naranjo, advirtió este martes que existe la intención de cierto sector político de desprestigiar el debate sobre posibles reformas constitucionales y señaló que esa discusión no generó en el pasado la agitación que ahora se le pretende dar.
Recordó que bajo la gestión de Henry Pease al frente del Congreso, durante el gobierno del presidente Alejandro Toledo (2001-2006), se hizo un trabajo serio de reforma constitucional que contó con el respaldo de la mayoría de fuerzas políticas.
Señaló que entonces todos coincidieron en la necesidad de efectuar cambios puntuales a la Carta Magna de 1993, elaborada un año después del autogolpe de Estado del ex presidente Alberto Fujimori, hoy sentenciado por corrupción y violación de los derechos humanos.
Añadió que finalmente se hicieron modificaciones a ese texto constitucional –sobre los temas de descentralización e impedimento de la reelección presidencial– y el suelo “estuvo parejo y no se agitó tanto”.
“Creo que detrás de esta discusión hay una actitud de cierto sector de rechazo al triunfo (electoral) del presidente Humala”, manifestó.
García Naranjo consideró que quienes no lograron acceder al gobierno a través de la urnas “no aceptan la derrota y el tema de la satanización (de este debate) es, indudablemente, porque quien gobierna y conduce las riendas del país es (el presidente Ollanta) Humala”.
Sostuvo que, al entrar el país en una nueva época, finalmente se requerirá de una nueva Constitución.
“No se puede ir hacia atrás, una cosa es la inspiración en esa Constitución (de 1979), en su espíritu, en su mandato, en su sentido participativo; pero el país del siglo XXI necesitará de una nueva Carta Magna”, refirió en Radio San Borja.
Por último, la ministra aseveró que el Congreso debe hacer cumplir su reglamento para imponer una sanción a la legisladora fujimorista Martha Chávez, por su pretensión de deslucir la investidura y el Mensaje a la Nación del presidente Humala.
