Legítimo dueño de Panamericana desbarata maniobras traferas de GDP para vender la empresa

“Nosotros tenemos el 92% de las acciones, mientras que Genaro nunca ha tenido acciones a nombre de él en la empresa. En el año 2003, él intenta hacer un aumento de capital y apoderarse de unas acciones con unos cheques falsos. Ello ha sido motivo de un largo juicio, tras el cual, la Corte Suprema ha reconocido que el accionista mayoritario soy yo, y que todos esos aumentos de capital traferos son inválidos”, señaló el propietario de Panamericana en el programa “El Perro del Hortelano”, de Cesar Hildebrandt. Como se recuerda, Caretas publicó una nota en la que el propio Genaro Delgado Parker sostiene que está negociando la venta de Panamericana, a condición de que el interesado también arregle con Schutz Freundt. GDP revela que uno de los postores es Lorenzo Souza Debarbieri, a quien la revista identifica como “amigo” de los Sánchez Paredes: En ese sentido, Schutz Freundt señaló que esta es una de las muchas maniobras que viene haciendo Genaro Delgado, en su afán de destruir la empresa, como lo ha venido haciendo desde el día que tomo la administración judicial de forma fraudulenta. “El Perú sabe que el señor se fue con la banda de los vidalones y se compro un titulo de Administrador Judicial. Con ese título del cono norte ha depredado la empresa, ya que desde el primer día deja de pagar absolutamente todo, y se, literalmente, levantó los “equipos”. Además, creó una serie de empresas parasitas, como Astros y Panam Contenidos, que lo que hacen es chuparle el dinero a la empresa. De esta manera, el dinero de la publicidad lo desvía a estas empresas parasitas, y así estafa a los trabajadores y al Estado. Es su modus operandi”, sostuvo. En ese sentido, el legítimo propietario de Panamericana responsabilizó a la jueza Ana Lucia Campos, del Segundo Juzgado Civil del Cono Norte, de ser cómplice en el daño que Genaro Delgado ha hecho a la empresa y a los trabajadores en su nefasta administración, por no quitarle la administración judicial. “Ella sabe que es una medida fraudulenta, y también recibe a los trabajadores y escucha sus padecimientos. Además, sabe los delitos de su patrocinado. Sin embargo, seguramente recibe la llamada de un político coludido con delgado, y por eso prefiere degradarse de jueza a una sierva, y ser cómplice de un fraude”, indicó.