Toledo trató de violarme con una botella, sostiene Diana Arevalo
Un vuelco en la denuncia contra el ex presidente Alejandro Toledo, por agresión sexual en agravio de la joven Diana Carolina Arévalo Sagástegui (22), al revelar la agraviada que el ex mandatario no llegó a consumar la agresión pero sí pretendió violarla a la fuerza valiéndose de una botella.
Un vuelco en la denuncia contra el ex presidente Alejandro Toledo, por agresión sexual en agravio de la joven Diana Carolina Arévalo Sagástegui (22), al revelar la agraviada que el ex mandatario no llegó a consumar la agresión pero sí pretendió violarla a la fuerza valiéndose de una botella.
La muchacha en su declaración trasmitida en el programa televisivo "La ventana indiscreta" narró que llegó a la residencia ubicada en la calle Huáscar 2173, perteneciente al empresario Adam Pollack, amigo íntimo de Toledo, luego de haber sido invitada por otra amiga y sin ningún convenio de índole sexual de por medio, sino con la finalidad de disfrutar de una reunión.
Diana ingresó al inmueble mucho antes de la medianoche del martes 18 de setiembre cuando allí se celebraba una reunión aparentemente seria con participación de Toledo, su amigo Pollack y personas identificadas como Carlos Zegarra y José Ballarte, donde se hablaba de política e incluso se proyectó un video relacionado a la vida académica de la Universidad de Harvard, en EE.UU.
"Yo fui la primera sorprendida al descubrir que se trataba de una reunión con participación del ex presidente Toledo, lo cual no lo sabía antes de llegar", dijo, subrayando sentirse orgullosa.
En el desarrollo de las conversaciones los contertulios hicieron abundantes brindis con botellas de whisky, que fueron determinantes de un acaloramiento de la reunión.
Ella describió el ambiente y recordó una mesa grande cubierta por un vidrio del mismo tamaño, dos sillones, a Pollack parado en una esquina y a Toledo vestido con una casaca deportiva.
La víctima explicó que Toledo, sumamente bebido, la siguió hasta el baño e ingresó cuando ella estaba en ese ambiente y él se bajó los pantalones. "Seguramente pensando que yo era otra cosa, me atacó con una botella en la mano con la intención de violarme, ante lo cual yo forcejeé con él", explicó.
Diana Carolina atinó a zafarse y salió corriendo a la calle. Los relojes marcaban aproximadamente las 2:30 de la madrugada del miércoles 19 y en plena vía pública pidió ayuda: "Me han violado, por favor, ayúdenme".
Aquí comenzó la segunda fase de este drama. Sus gritos podrían haber muerto en la oquedad de la madrugada. Tomó un taxi, la camioneta SW blanca de placa SGJ-715, conducida por José Silva Vílchez, donde enrumbó desde Jesús María hacia la avenida Javier Prado, en San Isidro.
Sin embargo, en la esquina con la Av. Los Eucaliptos, el chofer la puso en contacto con el sereno de San Isidro, Vargas Huaracca. El chofer se detuvo y le informó que tenía una pasajera en estado de crisis nerviosa por haber sido objeto de una violación sexual.