En declaraciones a RPP, recordó que la semana pasada perdió la paciencia en el Pleno del Congreso al discutir, con las parlamentarias nacionalistas María Sumire e Hilaria Supa el proyecto de ley para La Preservación, Uso y Difusión de las Lenguas Aborígenes del Perú.
“Perdí la paciencia porque no se me entendió”, expresó.
Alegó que la Constitución Política peruana establece como lenguas oficiales el quechua, el aymara y las demás lenguas indígenas en donde estas prevalezcan, pero existen algunas casi extintas que son utilizadas por menos de cincuenta personas.
Esto supone que si la ley propuesta por las parlamentarias nacionalistas se aprobara, las escuelas, las comisarías y hasta los juzgados tendrían que brindar sus servicios en cada lengua reconocida en el Perú.
Hildebrandt Treviño aclaró que no es enemiga de las lenguas indígenas pero considera que el número de hablantes de cada una es políticamente importante. Además dijo ser defensora del quechua y aymara, lenguas que a su parecer deben tener un trato distinto.
“Me revelo ante la ceguera y pobreza intelectual y científica de quienes arrastran al quechua y al aymara al destino de las lenguas en vías de extinción… No es lo mismo tres millones y medio de quechuahablantes que 26 hablantes sobrevivientes de una legua de la amazonía”, afirmó.
Finalmente dijo que cada caso es distinto y se debe brindar una ley diferente para cada familia lingüística o para cada zona.