El presidente de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), Gino Ríos Patio, arrastra una sentencia por violencia familiar que nunca fue considerada durante su proceso de selección, según un informe periodístico. A pesar de la gravedad del fallo, ningún integrante del comité evaluador abordó el tema, generando controversia sobre los criterios éticos que rigen a los altos funcionarios del sistema de justicia peruano.
SENTENCIA FIRME POR MALTRATO PSICOLÓGICO
El dominical Cuarto Poder reveló que en mayo de 2011, el Primer Juzgado Transitorio Especializado de Familia de La Molina y Cieneguilla determinó que Gino Ríos incurrió en violencia familiar en modalidad de maltrato psicológico contra su exesposa. La sentencia fue aceptada por el hoy presidente de la JNJ, sin apelaciones. Según la defensa de la víctima, las pruebas incluyeron peritajes psicológicos y un historial de atención psiquiátrica.
Durante las entrevistas a postulantes a la JNJ, ningún miembro del comité abordó esta sentencia, pese a que Elena Tello, abogada de la víctima, alertó al comité sobre el caso. La respuesta que recibió fue que el “periodo de tachas ya había vencido”. Josué Gutiérrez, defensor del Pueblo y presidente de dicha comisión, admitió que se evitó profundizar en aspectos “familiares” por razones de “decoro”, aunque reconoció que no hubo cuestionamiento alguno sobre el fallo.
CONTRADICCIÓN: APLICÓ NORMA QUE PODRÍA INHABILITARLO
De acuerdo al informe periodístico, en abril pasado, el mismo Gino Ríos firmó la vacancia de su colega Rafael Ruiz Hidalgo, aplicando el artículo de la Ley Orgánica de la JNJ que prohíbe integrar la institución a quienes tienen sentencias firmes. Esta ley rige desde 2019, ocho años después de su propia sentencia, lo que ha generado un debate sobre si su permanencia es ética, aunque técnicamente legal. Hasta el momento, ni el magistrado ni la JNJ se han pronunciado oficialmente.