El ministro de Cultura, Fabricio Valencia, aseguró no disponer de datos concretos sobre posibles daños a la zona arqueológica de Nasca, pese a una investigación de Cuarto Poder que reveló el ingreso de maquinaria pesada y relaves mineros durante los días de vigencia de una norma que redujo el polígono protegido.
Una resolución viceministerial recortó en casi 2 mil km2 el santuario entre el 28 de mayo y el 8 de junio. "No tenemos esa data porque en lo poco más de 10 días que ha estado esa norma no tenemos datos concretos que nos permitan afirmar que haya habido una afectación concreta", dijo Valencia en una entrevista.
Reducción de área y daños
El reportaje del mencionado medio documentó trabajos ilegales en sectores como Poroma, donde se identificaron relaves, caminos clandestinos y montículos de minerales tras la reducción del área protegida.
Guías turísticos confirmaron que el ingreso de maquinaria ocurrió inmediatamente después de publicada la norma, advirtiendo daños "difíciles de recuperar" en los geoglifos, con impacto potencialmente irreversible. Durante el recorrido periodístico, también se observaron rellenos con basura y letreros de propiedad privada en terrenos declarados "paisaje arqueológico".
Minería ilegal y pedido de mineros
El avance de la minería ilegal en Nasca afecta turismo y negocios locales, reflejando una tensión nacional entre conservación patrimonial y sectores informales. Este fenómeno ha generado protestas violentas y enfrentamientos con la policía en otras regiones, con un saldo de al menos un fallecido.
Los mineros informales exigen ampliar el Reinfo, paralizar leyes de regulación y obtener condiciones flexibles pese a incumplir estándares ambientales. Ante la postura del ministro, quien minimizó huellas de vehículos argumentando "actividad humana desde hace décadas", especialistas reclaman respuestas técnicas urgentes sobre el estado real del patrimonio.