La protección del legado arqueológico de las Líneas de Nasca entra en una nueva polémica. El Congreso presentó una moción de interpelación contra el ministro de Cultura, Fabricio Valencia, tras la polémica decisión de reducir el área de la reserva que resguarda estos geoglifos milenarios reconocidos por la Unesco.
EXIGEN EXPLICACIONES POR RECORTE DE ZONA PROTEGIDA
Congresistas de distintas bancadas presentaron este jueves una moción de interpelación contra el titular del Ministerio de Cultura, a raíz de la reciente actualización que recorta de 5 600 a 3 200 kilómetros cuadrados el área de la reserva arqueológica de Nasca. En el documento, firmado por el Bloque Democrático Popular, Acción Popular, Somos Perú, Honor y Democracia, entre otros, se cuestiona duramente el aparente debilitamiento de la protección patrimonial, señalando una "falta de compromiso" con el legado cultural del país.
El pliego interpelatorio consta de 11 preguntas clave, entre ellas: el sustento técnico y legal del recorte, la posible coordinación con la Unesco para dicha modificación y la ausencia de consulta a arqueólogos locales. También se menciona el reciente pronunciamiento del Colegio Profesional de Arqueólogos del Perú, que ha solicitado la destitución del ministro por poner en riesgo un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad.
MINERÍA ILEGAL: EL RIESGO LATENTE TRAS EL RECORTE
La controversia crece al conocerse que la zona excluida coincide con áreas de alta presión minera. El legislador Edward Málaga advirtió que en esa franja se desarrolla “mucha actividad minera ilegal”, información que el propio Ministerio de Cultura ya había reportado en 2024. Según el Observatorio de Minería Ilegal (OMI), la decisión de reducir la reserva expone al sitio a “graves riesgos y daños acumulativos”.
El OMI reveló cifras alarmantes: en el área excluida existen 57 concesiones mineras tituladas, 165 petitorios en trámite y, tras el anuncio oficial, se han presentado al menos 58 nuevos pedidos ante el Ingemmet. Esta expansión minera, aseguran, amenaza directamente la integridad de los más de 800 geoglifos que conforman uno de los patrimonios arqueológicos más emblemáticos del Perú y del mundo.