Mientras la región de La Libertad enfrenta una alarmante escalada de violencia e inseguridad, el gobernador regional César Acuña ha estado ausente del cargo durante 121 días desde el inicio de su actual gestión. “No es malo”, argumentó el líder de Alianza para el Progreso (APP), al referirse a sus frecuentes viajes al extranjero. Según explicó, “yo tengo mi casa en Madrid, tengo mi casa en Estados Unidos. Entonces, creo que es normal que yo vaya a visitar lugares donde pueda estar tranquilo”.
Las ausencias del gobernador de La Libertad se han sustentado en licencias sin goce de haber, vacaciones y comisiones de servicio, todas ellas aprobadas por el Consejo Regional, en su mayoría integrado por representantes de APP. Solo en 2023, acumuló 85 días fuera del cargo (sumando 11 días por comisión y 7 de vacaciones), y en 2024, otros 45 días. A inicios de marzo de 2025, ya sumaba 111 días fuera de funciones, cifra que aumentó tras otra licencia del 6 al 15 del mismo mes. Con los últimos días de licencia que obtuvo supera los 120 días fuera del cargo. “El hecho mismo que yo utilicé mis días que me corresponde en salir fuera del Perú, no es malo”, insistió Acuña ante la prensa.
Pese a la gravedad de la situación en la región, el gobernador ha evitado asumir responsabilidad política. Cuando se le cuestionó por estar fuera del país mientras trece trabajadores fueron asesinados en la provincia de Pataz, respondió sin mostrar empatía con las víctimas. “Por si acaso, mi chofer lo pago yo; mi camioneta, lo pago yo; mi gasolina, lo pago yo. O sea, no le cuesta ningún centavo”, declaró, minimizando el impacto de su ausencia en la administración regional.
Una región sin liderazgo en medio de la violencia
El crimen que cobró la vida de trece personas en Pataz permanece impune, y las familias de los fallecidos reclaman inacción tanto del Gobierno Regional como del propio Acuña. Aunque la institución emitió un comunicado rechazando el hecho y exigiendo justicia, la población percibe una preocupante desconexión entre las autoridades y las urgencias de la región. “Las únicas personas que tienen que reconocer el trabajo en la región es la población”, dijo el gobernador, desestimando las críticas de los medios y de otros actores políticos.
La reiterada ausencia de Acuña ha generado cuestionamientos sobre su compromiso con la gestión pública. Sus declaraciones evidencian una prioridad por su bienestar personal: “Si una persona tiene la posibilidad, en vez de quedarse en el Perú y salir al extranjero, sale al extranjero”, comentó. Mientras tanto, La Libertad sigue sumida en una crisis de seguridad, con una autoridad ausente y sin señales de asumir un rol más activo frente a las demandas de su pueblo.
