La congresista del Bloque Magisterial, Lucinda Vásquez, es acusada por contratar a al menos tres sobrinos-nietos y presionar a trabajadores para que transfieran parte de sus sueldos a sus familiares.
Según el dominical Cuarto Poder, en su despacho del edificio Juan Santos Atahualpa laboran Jimmy Pinchi Pezo (coordinador, S/3,146), Edwar Rengifo Pezo (auxiliar, S/3,600) y Kenyi Castro Rivas (técnico, S/7,200), todos sin títulos universitarios y vinculados por parentesco.
Hijo con acceso irregular y transferencias forzadas
El hijo de Vásquez, Marti Frans Villacorta, realizó 139 visitas al despacho pese a no ser empleado del Congreso y estar inhabilitado por el OSCE. En abril de 2023, ingresó al FONDEPES identificándose como personal legislativo.
Además, exasesores como Walter Tello denunciaron transferencias obligatorias de sus salarios a cuentas de familiares de la congresista, como Hugo Pinchi Vásquez y Milagros Saldaña, esta última reside en la misma casa de Vásquez en Santa Rosa. Chats exhiben solicitudes de Kenyi Castro para recibir S/5,180.80 de un pago de S/6,356.
Salarios bajo presión
Además de los sobrinos-nietos, la asesora Natalia Vásquez transfería más de S/2,000 mensuales a Kenyi Castro. Comprobantes muestran pagos a nombres vinculados a la familia de la legisladora, bajo el argumento de "préstamos urgentes".
