La fuga de un reo del Penal de Lurigancho el último lunes 21 de abril ha causado que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) comience sea cuestionado. Uno de los primeros en exigir explicaciones fue el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana.
En declaración a los medios de comunicación, el parlamentario recordó que los penales que son administrados por el INPE vienen siendo utilizados por las personas privadas de su libertad para seguir cometiendo actos ilícitos, por lo que exigió una reestructuración en el organismo.
“Si el INPE no trabaja correctamente, el sistema de justicia no funciona. Hace algunas semanas tomamos conocimiento de que incluso en Challapalca había un sistema de comunicación por internet (…) Todos sabemos que, en muchos casos, desde los penales se realizan actividades extorsivas. Es una situación inaceptable”, precisó.
CRIMINALES PODRÍAN SER CONDUCIDOS A OTROS PAÍSES
En medio de los constantes casos de inseguridad ciudadana que se registran en el país, Eduardo Salhuana propuso que los criminales más peligrosos puedan ser conducidos a otros centros penitenciarios del extranjero. “Ya lo hemos planteado antes. Algunos presos de alta peligrosidad podrían ser remitidos fuera del país”.
