La presidenta del Perú, Dina Boluarte, lanzó duras críticas al Poder Judicial este lunes, cuestionando el trato recibido por la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán. Durante su discurso en el Callao, Boluarte mencionó que a Villarán "no le rompieron la puerta" pese a haber reconocido haber recibido millonarios aportes de empresas corruptas como Odebrecht y OAS.
Boluarte, quien enfrenta una investigación por el denominado "Caso Rolex", parece utilizar esta comparación como una estrategia para minimizar su propia situación legal. Sin embargo, su intento de presentarse como víctima ha generado críticas, ya que Villarán enfrenta un pedido fiscal de 29 años de prisión, mientras que el caso de Boluarte sigue en etapa de investigación.
Un intento de desviar la atención
El discurso de Boluarte se percibe como un intento de desviar la atención de sus propios problemas judiciales y reforzar la narrativa de persecución política. Al centrarse en el caso de Villarán, la mandataria omite responder sobre las irregularidades que la rodean y la falta de transparencia en su gestión.
Esta estrategia de comparación ha sido cuestionada por analistas, quienes señalan que, más allá de las diferencias en los procesos judiciales, Boluarte debería centrarse en demostrar su inocencia en lugar de establecer paralelismos con otros casos de corrupción.
