Según informa el diario Expreso, Cabanillas había dado su consentimiento a la directiva del Sindicato Unitario de Trabajadores del Poder Judicial para que el auditorio Felipe Pardo y Aliaga fuera utilizado para realizar la ceremonia, pero al parecer no fue informado del número de fondo preparado para esa oportunidad.
Los hechos se produjeron el martes 8, y, hasta donde se sabe, el acto estuvo bastante animado porque las madres del sector departieron gratamente y recibieron algunos regalos, matizados con algunos aperitivos. Todo parecía normal hasta que de pronto llegó lo inesperado.
La noche se iluminó y en el estrado apareció un grupo de bailarines provenientes, según las pesquisas, del centro nocturno denominado "Piso 14", que empezaron a danzar al compás de música mexicana inicialmente.
Según Expreso, de un momento a otro, los bailarines fueron directo a lo suyo y, sorprendiendo a los presentes, comenzaron a danzar de manera obscena y a quitarse la ropa que llevaban puesta en medio de gritos y silbidos de una parte de la concurrencia, femenina casi en su totalidad.
Posteriormente cuando los hechos llegaron a conocimiento de Jovino Cabanillas, éste ordenó que se realice una investigación inmediata para deslindar responsabilidades. En tanto, los dirigentes del sindicato de trabajadores, organizador del penoso espectáculo, virtualmente "desaparecieron" de sus oficinas y no respondieron los requerimientos de la prensa.