Alvarado le dijo a testigo Oliva que se callara la boca sobre secuestro de Burga

“Yo no estoy implicado en la salida ni en ninguna fuga de Carmen Burga. Lo que sucede es que, de manera casual, llego a Migraciones el día 9 de julio, aproximadamente a las 12:00 horas (…). Ese día fui enviado por Roly Dávila (ex presidente de Corpac), ya que él estaba preocupado por las denuncias que yo estaba queriendo presentar a la prensa con respecto al Ministerio del Interior. Y él se comunica telefónicamente con Julio Palomino, quien se encontraba en Migraciones en ese momento”, declaró Óscar Enrique Oliva Amado, seguridad de Alejandro Toledo Manrique durante la campaña presidencial, en el espacio conducido por el periodista Fernando Viaña: “La cosa es que me envía con un papel de puño y letra de Roly Dávila a Migraciones, donde me apunta el nombre de Julio Palomino, con la placa del carro en el que se encontraban (CEO 7250), sus características (Nissan guinda), e igualmente el teléfono de William Menacho (99778931)”, afirmó. “Entonces, Dávila me envía donde Julio Palomino, abogado y amigo personal del presidente Alejandro Toledo, a Migraciones; para hacer entrega de las denuncias y me dice que él (Palomino) internamente manejará esto (las denuncias) con el ministro Reátegui”. “Así, cuando sale la revista Caretas anunciando la placa del carro de Roly Dávila (en Migraciones), él me manda llamar porque claramente se da cuenta que yo soy el que ha dado la información. Entonces, me promete una serie de cosas para que yo no continúe declarando. Lo único que yo pedía es que se cambie a las personas que estaban encargadas de revisar el caso de mi esposa en el Ministerio del Interior, que eran precisamente las que yo había denunciado. Era algo irregular. Y él se compromete, y me dice que el viceministro Richard Díaz era su amigo íntimo de años y compañeros del Leoncio Prado. Y efectivamente me envía al Ministerio del interior, pero Díaz no me recibe, sólo sus asesores”. “Las noticias del secuestro de la señora Burga se daban entonces día a día, y yo estaba convencido de lo que había visto, sin necesidad de verle la cara a la señora (Burga), con tal de ver a un niño llorando y al personal de Palacio de Gobierno en el entorno y dándole protección a dos vehículos saliendo de Migraciones. Era totalmente lógico que se trataba de la familia Burga”, aseveró en “Libertad bajo palabra”. “Iban escoltados y con protección”, subrayó “Quiero decirle a la ciudadanía que ya es el momento de decir toda la verdad. Hay tantos peruposibilitas que estamos totalmente decepcionados, y yo soy uno de ellos. El presidente de la República ni bien se sentó en el sillón presidencial dijo que iba a luchar contra la corrupción, caiga quien caiga, pero yo hago la denuncia (del Mnisterio del Interior), voy al CEN (Consejo Ejecutivo Nacional de PP), hablo con Rómulo Pizarro, con Carlos Blancas, con Jesús Alvarado, con Enith Chuquival, y todos me dieron la espalda y no le dieron importancia a la corrupción”. “Incluso, voy a decirlo ahora, el día 10 de agosto del 2004, al mes del secuestro (de Burga), le comenté al congresista Jesús Alvarado que yo había presenciado algo irregular en Migraciones, tratando de ver si sabía algo; y lo primero que me contesta es si tenía pruebas o no, alteradamente. Yo le contesté que no, y él me dijo: ¡entonces cállate la boca!”, declaró Oliva. “COSAS RARAS” Al ser consultado sobre si conocía - al haber sido seguridad del líder de la chakana - actos de Toledo que avalarían la tesis de la incapacidad moral; Oliva afirmó que: “no conozco porque yo estaba siempre en segundo grado, prácticamente, y los allegados a él (Toledo) eran los sobrinos, la familia y los paisanos. Siempre (Toledo) ha estado con ellos. Entre ellos está Julio Palomino, Fernando ‘Filete’ Manrique, su familia…" “Durante la campaña se escuchaban un montón de cosas raras, y yo, en su momento, estoy dispuesta a contarlas”, puntualizó.