En el 2015, los murales artísticos del Centro de Lima pintados en la gestión de Susana Villarán fueron cubiertos por una capa de pintura amarilla por la Municipalidad de Lima, hecho que demostró lo olvidado que se encuentra el arte en la capital.
Es por eso que, los artistas esperan que el próximo alcalde de Lima ejecute políticas en favor de la cultura.
Lamentablemente, muchos creen que el arte urbano es sinónimo de delincuencia o vandalismo, y es con este estigma que jóvenes artistas, como Alexander Torres, deben lidiar.
"Ha sido muy difícil, porque a veces por más que podía tener permiso, siempre había la intervención de serenazgo, buscando la manera de ponerte la multa o quitarte los materiales", señala Torres.
ABANDONO
Sin embargo, el arte urbano no es lo único abandonado por las autoridades. Lamentablemente, las edificaciones que antes eran un centro de cultura, ahora están clausuradas, como el conocido teatro Marsano, que tras la muerte de su fundador, Osvaldo Cattone, no ha vuelto a abrirse al público.
Lo mismo ocurre con las emblemáticas construcciones del Centro de Lima, como la casa Roosevelt, que hasta la fecha no ha podido ser restaurada.
