Desde 1823 se ha convertido en el documento más importante del Perú en su etapa Republicana. Y es que la Constitución reconoce no solo la libertad de información sino también el derecho a participar en forma individual o asociada de la vida política, económica, social y cultural de la nación.
La Constitución que rige actualmente en nuestro país es la de 1993, promulgada en el gobierno de Alberto Fujimori en aquel denominado Congreso Constituyente Democrático. Fueron 20 las reformas para adecuarse a tiempos modernos, pero pese a los cambios que tuvo algunos piden una nueva Carta Magna.
El aspecto político es uno de los puntos más criticados, sobretodo, por lo vivido en el último quinquenio, un equilibrio de poderes desbalanceado entre el Ejecutivo y el Legislativo por una Carta Magna que permitió además de interpelaciones, vacancias y cierres de Congreso que crearon zozobra en el país.
ACTOS DE CORRUPCIÓN
Cabe señalar que una Consitución no es responsable de actos de corrupción ni tampoco de la inercia o poca eficacia del Estado o algunos gobernantes. Su reforma total o parcial no sería eficaz si aquellos que dicen respetarla la cumplieran o respetaran.
