El diario Correo tuvo acceso a información confiable que señala que el ex embajador del Perú en Italia, desde que asumió su nuevo cargo, a fines de febrero de este año, dejó viviendo a su hija Desireé María Forsyth Sommer (nacida en Bulgaria hace 25 años) en la sede diplomática peruana.
La embajada del Perú en Italia está ubicada en el centro de Roma, exactamente en la vía Francesco Siacci, segundo piso, residencia B. Por ella, según versión del propio Forsyth, se paga un alquiler de seis mil euros.
Cuando el diplomático fue designado vicecanciller tuvo que venir inmediatamente a Lima y abandonar la residencia. El problema fue, como nos informaron nuestras fuentes, que en el lugar había quedado su hija con todas las comodidades y ventajas que significa vivir en una sede diplomática pagada por el Estado peruano.
El diario Correo, entonces, se comunicó con Forsyth para verificar la información. Este no pudo negarlo. Reconoció que su hija reside en Roma, trabaja allá y ocupa la embajada. ¿No encaja esto en la figura de peculado de uso?
Forsyth lo justifica así: “el problema es que yo no he tenido plazo para moverme, yo no puedo correr y sacar a mi familia a patadas de mi casa. En condiciones normales, usted sabe con mucha anticipación que se va a ir. En mi caso particular, lo he sabido sólo con algunos minutos”, señala.
A fines de febrero, el diplomático fue notificado sobre el nuevo cargo que tenía que ejercer en Lima, nada menos que el segundo en importancia en Torre Tagle. Lo asumió el 27 de ese mes y, desde entonces, su hija siguió usufructuando de la embajada. ¿No era lo más prudente que alquilase una nueva vivienda?
(Tomado del diario Correo)