Un día antes de suicidarse, Alan García, en una entrevista con RPP, calificó como "gran injusticia" una eventual detención en su contra: ''Soy el hombre más investigado del Perú en los últimos 30 años (...) Me parece ruinosa, malintencionada y torpe. Por dos años han buscado delaciones brasileñas y no las tendrán porque no hay nada si otros se venden yo no'', sostuvo.
Su declaración era un intento de defenderse ante la investigación de la que era sujeto por el caso Odebrecht: "Lo que tengo es absolutamente fruto de mi trabajo", añadió.
Sin embargo, después de estas afirmaciones, el Poder Judicial ordenó la detención preliminar de 10 días para el exmandatario. Cuando las autoridades llegaron a detenerlo en su casa en Miraflores, García se disparó en la cabeza y murió horas después en el hospital Casimiro Ulloa.
Pero, ¿de qué se le acusaba al expresidente? La Fiscalía investigaba a Alan García por presunto lavado de activos, colusión y tráfico de influencias.
Además lo señalaban de recibir sobornos de Odebrecht para adjudicarle a la empresa brasileña la ejecución de los tramos 1 y 2 de la línea 1 del metro de Lima, en 2009, durante su segundo gobierno. Las autoridades sostenían que recibió parte de este soborno en forma de un pago de 100 mil dólares por una conferencia en Sao Paulo.
A inicios de 2018, el exrepresentante de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, afirmó a las autoridades peruanas que había entregado 200 mil dólares a la campaña de García, a través de Luis Alva Castro, otro miembro del APRA.
En noviembre de 2018 el Poder Judicial ordenó que se le impidiera al político peruano la salida del país por 18 meses. Sin embargo, García solicitó asilo en la embajada de Uruguay en Lima, aduciendo una supuesta persecución política, pero en diciembre se lo negaron. Desde entonces, el exmandatario enfrentó la investigación en su casa, en Miraflores.
