En declaraciones a un medio local, el exmandatario Alan García señaló que no tenía conocimiento que la constructora Odebrecht habría dado dinero a personas allegadas a él y rechazó la hipótesis de la Fiscalía que señala que el propio García habría sido el destinatario final de estos presuntos desembolsos.
García rechazó “tajantemente” la versión fiscal y tildó como una “cobardía intelectual” y “demagogia jurídica” que se señale a Nava, su exasesor presidencial, como su testaferro.
El líder aprista indicó que los documentos presentados por diferentes medios no hacen referencia a su persona y calificó como “especulaciones” las teorías del Ministerio Público sobre el caso.
También indicó que esperará los descargos de Jorge Barata, Miguel Atala y Luis Nava para que puedan esclarecer la denuncia y asegura sentirse confiado de que será desvinculado del caso.
"He visto lo que se presentó pero espero que sea documentado y ratificado. Debemos esperar la respuesta de los señores Atala y Nava, y podrán justificar o rechazar todo esto. Espero las respuestas, creo que podrán aclarar las cosas y espero la declaración del señor Barata. Confío en la limpieza de mis actos", señaló.
Acerca de Nava, afirmó que mantuvo comunicación con él. "He llamado al señor Nava para preguntarle si iba a responder y tengo entendido que a través de RPP él respondió", señaló.
García además descartó conocer a quienes se hacía referencia con los seudónimos ‘Chalán’ o ‘Bandido’. Odebrecht reconocería a Luis Nava y a su hijo, José Nava, con estos sobrenombres en los correos de transferencias de dinero.
También habló sobre sus ingresos, sobre estos dijo que están conformados por su sueldo, lo que percibe de sus conferencias, lo que obtiene por sus libros y por una pensión como expresidente. En otro momento García adelantó que no tiene intención de solicitar refugio en otra embajada.
El exmandatario también se pronunció sobre la detención de PPK y la calificó como un “exceso”. “Tiene mucho que ver con la situación política”, sostuvo.
