En febrero de 1995, por ejemplo, 27 empleados y 70 obreros del Hotel Country Club S.A. fueron dramáticamente despedidos sin que la empresa les reconociera sus 20 años de servicios. Según recuerda el doctor Miguel Llanos Romero –abogado de los cesados–, por entonces don Isaac Humala defendía a la compañía hotelera.
Pero no sólo eso. El patriarca además habría puesto en marcha una estrategia legal –según una versión–, con la finalidad de evitar que la Asociación Real Club, propietaria de las acciones del hotel, cumpla con sus obligaciones.
“El colega Humala ni siquiera propiciaba un acuerdo entre la empresa y los trabajadores, sólo le importaba estar con los más poderosos, aunque esto implique pelearse con los más débiles”, cuenta Llanos. Recuerda él que a la fecha siete ex empleados han fallecido sin recibir sus pagos de ley.
En otro proceso, el jefe del clan Humala defendió a la empresa Artesanías Kori S.A., que se dedicaba a la fabricación de muebles tallados. Allí, cuando los obreros empezaron a organizar su sindicato, el padre de Ollanta simplemente propició el despido de los dirigentes que promovieron tamaño atrevimiento. Ese espíritu de izquierda radical que tanto pregona hoy no afloraba en sus actos pasados. Según un ex trabajador que prefirió no ser identificado, el patriarca incluso presentó documentos fraguados como prueba para acusarlos de falta grave.
De esta manera, gracias a la intervención profesional de Isaac Humala, los empleados de Artesanías Kori S.A. nunca lograron las reglamentarias ocho horas de trabajo que tanto propugna su hijo, el líder de UPP.
Isaac Humala es otro moroso incorregible (no sólo Abugattás y los familiares de Nadine Heredia deben dinero). Tuvo cuatro procesos judiciales por ofrecimientos de pago por consignación y por resolución de contrato en diferentes juzgados civiles. También fue abogado de la embajada soviética.
(Tomado del diario Correo)