La prisión preventiva que pesa sobre la ex pareja presidencial, Ollanta Humala y Nadine Heredia, no mucho tiempo después de haberse dictado la misma contra el expresidente Alejandro Toledo y su esposa Eliane Karp, hoy prófugos de la justicia, resulta un momento preciso para echar un vistazo atrás y reflexionar sobre nuestra vida republicana.
Ya sea perseguidos por la ley o los escándalos, quienes han gobernado el país durante más de tres décadas han terminado siempre gravemente cuestionados, lo cual solo puede verse como un síntoma de la situación política del Perú. El analista político Arturo Maldonado califica de “una coincidencia desafortunada” que los expresidentes vivos tengan cuestionamientos.
“Es algo que habla mal de nuestra clase política. Esto de todas maneras mina la imagen de la presidencia en el Perú, que debería tener cierto prestigio y respeto”, dijo citado por El Comercio. Asímismo, el periodista y analista Pedro Tenorio señala que este hecho “ahonda esa desazón”.
“Y lo más grave es que quienes concentran el rechazo, las sospechas, la desaprobación, la sensación de que ocultan algo, son precisamente ex presidentes. Y eso es lamentable para una sociedad como la nuestra”.
Este contexto puede tener efectos potencialmente peligrosos, según considera el investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) Martín Tanaka. “La gente no confía en el sistema, no confía en los políticos. Muy rápidamente los condena. Ya de antemano tiene una opinión negativa de los políticos”.
“Si contáramos con un Poder Judicial creíble, alguien que es investigado y luego es declarado inocente, o su proceso se cancela, puede decir: ‘Oiga, ustedes desconfiaban de mí, y ahora me han absuelto’.”, añade, pero el descrédito ha alcanzado también al este poder del Estado.
“Más bien, muchas veces, en vez de pensar en que la persona es inocente, también piensan que el Poder Judicial es corrupto”, indicó Tanaka. Todo ello sería escenario perfecto para la aparición de un nuevo ‘outsider’. “La esperanza parecería estar en alguien que no haya tenido ninguna participación con los anteriores”, comenta.
Si bien se habla a futuro de las elecciones presidenciales del 2021, el efecto también se sentiría en los próximos comicios municipales y regionales de 2018, pues hay autoridades locales y regionales que también pueden ser investigadas en casos como Lavajato.
Luis Fernando Nunes, analista político, señala que el llamado de atención no debe ser solo a los políticos en este caso. “A veces pasa que criticamos a la clase política, pero convivimos y toleramos la corrupción”, manifestó.