Una vez proclamado Primer Ministro, Pedro Cateriano buscó el voto de confianza en el parlamento y por ello dejó de lado su característica actitud confrontacional y se vio en la obligación de reunirse con diferentes líderes políticos como Luis Bedoya, Alan García, Alejandro Toledo, entre otros.
A pesar de las discrepancias, Cateriano logró el respaldo del legislativo y ya con el voto de confianza en sus manos aprovechó para pedir al parlamento facultades para que el Ejecutivo pueda legislar en ciertos campos, lo que en un inicio provocó una serie de conflictos entre ambos poderes.
Temas controversiales como la “Ley Pulpín”, como se le conoce popularmente, o la exploración y explotación del lote 192 en Loreto generaron disputas y controversias entre los parlamentarios y los representantes del Ejecutivo. La pregunta es, ¿habrá más conflictos de este tipo en el próximo gobierno?