Política

Lunes, 10 de octubre del 2005

Abimael Guzmán dice que no es un terrorista

El cabecilla de la banda subversiva Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso, afirmó hoy que "no es terrorista" sino "un revolucionario combatiente" que asume políticamente su responsabilidad en la guerra interna desatada entre 1980 y 2000.

Abimael Guzmán dice que no es un terrorista

El cabecilla de la banda subversiva Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso, afirmó hoy que "no es terrorista" sino "un revolucionario combatiente" que asume políticamente su responsabilidad en la guerra interna desatada entre 1980 y 2000.




"No soy terrorista, nunca lo he sido y nunca lo seré, soy un revolucionario combatiente y líder del Partido Comunista Sendero Luminoso y asumo políticamente mi responsabilidad en la guerra", indicó Guzmán. En la cuarta vista del juicio en la Base Naval del Callao (al oeste de Lima), el 'presidente Gonzalo', según el apelativo de sus seguidores, señaló que hasta el final del proceso "no prestará declaración alguna, ni siquiera de sus datos generales". Guzmán reiteró sus declaraciones judiciales de mayo de 2003, cuando señaló que su agrupación criminal llevó a cabo "una guerra popular, pero el Estado peruano la calificó y sigue calificando de terrorismo". Por su parte, su pareja sentimental Elena Iparraguirre y número dos de Sendero Luminoso coincidió con el líder maoísta en que "guardará silencio hasta el final del juicio", y que "no acepta ser juzgada como terrorista". Iparraguirre, conocida también como 'camarada Elena', aseveró que asume su "responsabilidad marxista leninista maoísta y como miembro del partido comunista Sendero Luminoso que desarrolló la guerra popular". Otra de las acusadas de pertenencia a la 'dirección senderista', Angélica Salas, de 59 años, se negó también a declarar no sin antes señalar que "desde 1975 dedicó su vida a la revolución y que como militante denuncia el ilegal aislamiento que vive su líder, Abimael Guzmán". Desde fines de septiembre, Guzmán y 11 de sus colaboradores son juzgados por los delitos de homicidio calificado y terrorismo agravado contra el Estado del país andino. La acusación pide la cadena perpetua y una reparación civil de 909 millones de dólares a Guzmán y a sus 11 lugartenientes. En la cuarta vista se decidió que se presentaran como acusación civil del proceso los familiares de las víctimas de la matanza de Lucanamarca (Ayacucho), donde murieron a machetazos 69 campesinos que se rebelaron contra la organización maoísta en 1983. La fiscal superior del Perú, Luz del Carmen Ibáñez, que dirige al equipo del Ministerio Público que juzga a Guzmán, señaló a EFE que 'será juzgado por los crímenes que desangraron al país'. "A Abimael Guzmán se le procesara por los hechos criminales que se cometieron en nombre de Sendero Luminoso, organización que fue una fachada de un grupo terrorista, y no por su ideología", comentó. El cabecilla senderista, de 70 años, afronta cinco procesos por la matanza de Lucanamarca que causó 69 muertos, ataques contra las autoridades estatales, la creación de una academia proselitista, un órgano de prensa y hechos delictivos desde 1980 hasta su captura, en septiembre de 1992. Se trata de la tercera vez que Guzmán se sienta en el banquillo de los acusados después de que se celebrara un primer juicio militar durante el gobierno de Fujimori y cuyas sentencias fueron anuladas por el Tribunal Constitucional, en 2003. La segunda ocasión fue en noviembre de 2004, cuando se suspendió el proceso por la vía civil a causa de las discrepancias entre los magistrados. Sendero Luminoso sembró el terror en Perú entre 1980 y 2000 con el resultado de 69.280 muertos y pérdidas económicas por valor de unos 25.000 millones de dólares. (Agencias)

También te puede interesar:

BANNER