Las medidas tomadas hasta el momento por el presidente de la República, Martín Vizcarra, para evitar la propagación del COVID-19 comprenden: suspensión de clases en colegios, institutos y universidades hasta el 30 de marzo, prohibición de eventos y shows culturales que superen la asistencia de 300 personas, suspensión de todos los vuelos provenientes de Europa y Asia, declaración de emergencia nacional por 15 días. Estas acciones han generado que el pánico y la histeria se apodere de los peruanos.
En un establecimiento de alimentos ubicado en Santiago de Surco, el equipo de Panorama evidenció largas colas para entrar y pagar. Los productos más buscados eran lejía, papel higiénico, papel toalla, agua, arroz, leche, azúcar y menestras. La población teme que los alimentos escaseen en los próximos días. Algunas familias, aseguran que la compra excesiva es para garantizar el abastecimiento de todo el grupo familiar durante los días que deben permanecer en sus hogares, mientras que otras familias aprovecharan la oportunidad para revender los productos y ganar dinero extra ante la emergencia sanitaria que vive el país. Incluso se observó la presencia de familias enteras cuyos miembros compraban en carritos diferentes, burlando la norma que establece de dos o tres unidades de cada producto por persona.
El psicólogo Jorge Yamamoto, indicó que “es importante lo del papel higiénico porque esto señala un nivel de pánico más elevado. Cuando una persona está en situaciones de cierta inseguridad, como en un viaje, la persona extrañara su almohada, su cama y su baño, eso forma parte de una conducta irracional creando un nuevo problema que a su vez no ayuda a resolver la extensión del virus. El peruano busca el bien de su familia, pero hay que tener en cuenta que si nos cuidamos todos, todos ganamos, por eso es importante entender que todos deben tener acceso a los productos”.
