La aparatosa entrada de la Policía Nacional a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), fue cuestionada ya que durante cuatro días la Decana de América sirvió de punto de concentración para más de 200 manifestantes llegados desde el sur del país.
Las imágenes de los policías ingresando a la casa de estudio, trajeron a la memoria los días vividos en los años 80. La entrada a la Universidad San Marcos se inició con un pedido de su apoderado judicial.
La toma inicial de la universidad por parte de los estudiantes fue ilegal, pero luego se formalizó con la intención de brindar cobijo a los manifestantes del sur del Perú.
Para el Gobierno se actuó de acuerdo a ley y a pedido de la universidad, mientras que para los estudiantes, residentes y protestantes se trató abuso de autoridad y violación de los derechos.
