Entre los años 2014 y 2015, durante siete meses y de manera sistemática, la Fiscalía de la Nación ha sufrido un robo bastante particular. 67 computadoras portátiles y un teclado desaparecieron en cuanto salieron del almacén.
La entrega figura incluso como ‘aceptada’ por la gerencia de soporte técnico, como lo exigen los protocolos de ley, pero nadie da cuenta de nada. Más de 100 mil dólares se hicieron humo.
Esto sucedió hace tres años y el caso no se resuelve aún, pues ha sido declarado complejo y el principal sospechoso, Elías Bravo Loayza, quien fue gerente de la oficina de soporte técnico durante el periodo del robo, se encuentra libre trabajando en otra entidad pública.