Esta semana, Gabriel Prado, ex subgerente de la Municipalidad de Lima y mano derecha de Susana Villarán durante su gestión edil, se hizo presente en la Comisión Lava Jato del Congreso. Él fue citado debido a que su nombre apareció en la lista de funcionarios peruanos de la Banca Privada de Andorra.
Prado había sido presentado ante ese banco por una ‘offshore’, la que está comprobada que pertenecía a Odebrecht y que era usada para abrir cuentas y depositar sobornos.
El último viernes, Gabriel Prado acudió a la comisión y ofreció un testimonio bastante inverosímil. Él afirma y reconoce que en el documento con el que se apertura la cuenta en el referido banco aparece su firma de puño y letra, pero aclara que la presencia de ésta se debería a que firmó varios documentos en blanco y algún tercero hizo un mal uso de estos. Prado ha solicitado una prueba grafotécnica.
A este hecho se suman otros como la falta de diplomas y credenciales académicos, los que eran necesarios para desempeñar el cargo que ocupó en el municipio de Lima. Aún hay mucho pan que rebanar en este caso en el que la ex alcaldesa de Lima, Susana Villarán, tiene mucho que ver.
