Un tema que ha traído a debate esta campaña es, entre otros, el de los altos intereses financieros. En momentos en que más de seis millones de peruanos cuentan con una tarjeta de crédito y sobre las que muy pocos conocen a ciencia cierta los costos y compromisos que se asume al recibirlas.
El debate es inevitable ¿porqué por ejemplo, en nuestro país rigen las más altas tasas de intereses de la región, que pueden variar de un momento a otro sin tener siquiera que informarnos a tiempo? ¿Hay cambios que hacer en este contexto?