Los sismos registrados en Matucana han reavivado los temores de un peligro latente que yace en el el cerro tamboraque y que Panorama alertó meses atrás. Se trata de las más de 500 mil toneladas de relave acumuladas por la minera Nystar Coricancha.
Un relave minero contiene químicos altamente peligrosos y los movimientos telúricos podrían generar que todo este residuo tóxico caiga al río Rímac y contamine sus aguas que abastecen a toda la capital.
El alcalde de Huarochirí, Hugo Gonzales, asegura haber solicitado el traslado de todos esos desechos contaminantes pero hasta la fecha nada ha cambiado.
Según el representante de la minera ya se han hecho estudios sísmicos y no existe ningún riesgo para el río Rímac. Rudecindo Vega, presidente de Sedapal, tiene una opinión similar, sin embargo miembros del sindicato de Sedapal afirman que el riesgo sí existe y de ocurrir una catástrofe la Atarjea cerraría sus compuertas y 10 millones de personas se quedarían sin agua.