Desde hace 20 días, un voraz incendio forestal viene convirtiendo parte de nuestra Amazonía en bosques de cenizas y brasas. Hasta el momento el área afectada cubre más de 20 mil hectáreas de selva tropical en la que ha desaparecido gran cantidad de flora y fauna.
En total 3 comunidades indígenas y 2 áreas protegidas han sido afectadas. Los esfuerzos de distintas brigadas parecen no ser suficiente debido a las zonas de difícil acceso y los fuertes vientos que impiden enfrentar esta incontrolable situación.
El fuego también ha consumido las pertenencias de algunos pobladores, quienes exigen a las autoridades pronto apoyo. Pero no solo eso: las llamas, que llegan a los dos metros de altura, han alcanzado a decenas de animales, quienes murieron carbonizados. Una situación realmente preocupante.