Más escolares convertidos en sicarios, cada vez en mayor número y más avezados. Uno de los primeros y tal vez más conocido fue ‘Gringasho’ en Trujillo, ciudad en la que su legado continúa, como ocurre en el Callao, en San Juan de Lurigancho y en muchos otros puntos del país.
Menores entre 15 y 17 años de edad son utilizados cada vez más por pandillas y organizaciones criminales para cumplir "servicios" de asesinato contra ciudadanos, cobrar cupos de extorsión, eliminar a delincuentes competidores, entre otros.
Esta semana fueron detenidos tres adolescentes de 15 años por estar implicados en el asesinato de un colectivero en Trujillo. En su poder se halló un arma de fuego con el que habrían ultimado a su víctima identificada como Jaime Ruíz Durand.
Por otro lado, en otro punto de la ciudad, un menor de 14 años fue intervenido al interior de su colegio por portar un arma de fuego. Y también, siete temibles ‘marcas’ fueron detenidos a balazos cuando estaban a punto de asaltar a un empresario y robarle más de 500 mil soles. Los delincuentes y la policía se enfrascaron en una balacera que dejó un hampón herido.