Tras cinco años del terremoto que devastó Ica y causó la muerte de un pequeño a quien todos llaman con cariño “Chicho”,los pobladores de la ciudad del sur ahora rinden devoción a un nuevo santo, cuyos milagros son contados boca a boca por sus creyentes, y ya se habla, a manera de leyenda urbana, del “Niño de los Temblores”.
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