Un equipo de investigación de Panorama comprobó que existen talleres y mercados informales que producen y comercializan peligrosos explosivos conocidos como “camaretas”, artefactos cuya potencia es aprovechada por el hampa para extorsionar y causar daños. Nuestro reportero Marcos Matías recorrió estos establecimientos comerciales y documentó prácticas peligrosas que se realizan sin controles ni supervisión.
Durante el reportaje, el equipo periodístico logró comprar “camaretas” en un mercado ilegal de San Juan de Miraflores a solo cuatro soles la unidad. Además, puso en evidencia que algunas tiendas pueden fabricar grandes cantidades de estos peligrosos explosivos por encargo, lo que facilita su acceso para redes delictivas. En otro punto de venta en el norte de Lima, se encontró el ciento de “camaretas” a 180 soles.
La investigación subraya que la facilidad de compra y la fabricación a medida convierten a estos locales en una fuente de suministro para las extorsiones que se perpetran en distintos distritos de la capital. La alta potencia de las detonaciones no solo sirve para intimidara las víctimas de las extorsiones, sino que también representa un riesgo real para transeúntes, viviendas y comercios cercanos.
¿QUIÉN FISCALIZA ESTOS NEGOCIOS?
Este trabajo periodístico de Panorama pudo comprobar que el lucro está por encima de la seguridad y que la ausencia de fiscalización y el fácil acceso a material explosivo requieren una respuesta inmediata de los organismos competentes para cortar las cadenas de suministro que alimentan la violencia en la ciudad. Para José Baella, exjefe de la DINI, estos locales deberían ser identificados y sancionados.