El nuevo aeropuerto Jorge Chávez fue escenario de un caso que dejó en evidencia los riesgos del narcotráfico y las tácticas cada vez más teatrales de los “burriers”. Dos hermanas peruanas, Elizabeth Victoria y Cinthya Johana Albán Valdez, intentaron trasladar casi un kilo de cocaína a España, pero sus movimientos fueron detectados por las cámaras de seguridad y la intervención policial frustró el plan.
Según la investigación de Panorama, Elizabeth, de apenas 22 años, había ingerido 20 cápsulas de cocaína de alta pureza, método que puso su vida en grave peligro. Para distraer a las autoridades fingió un desmayo en la sala de embarque y alegó estar embarazada, mientras su hermana intentaba despistar a la seguridad separándose de ella en los pasillos. A pesar de los intentos, ambas perdieron el vuelo y reprogramaron sus pasajes para el día siguiente.
La espera resultó fatal para Elizabeth. En su vivienda de Bellavista sufrió convulsiones y fue trasladada de emergencia al Hospital Carrión, donde los médicos extrajeron las cápsulas que llevaba en el estómago. En Europa, la droga incautada habría alcanzado un valor de hasta 40 mil euros. Mientras tanto, Cinthya logró abordar otro vuelo rumbo a Madrid, lo que evidenció la ruptura de la supuesta complicidad entre ambas.
SOBREVIVIÓ DE MILAGRO
La Tercera Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas del Callao dictó seis años y ocho meses de prisión contra Elizabeth, quien sobrevivió de manera milagrosa. En tanto, las investigaciones continúan contra Cinthya, señalada como pieza activa de la operación. El caso refleja cómo las mafias del narcotráfico siguen captando a jóvenes vulnerables, exponiéndolas a la cárcel o incluso a la muerte.