Un revelador reportaje de Panorama encendió las alarmas sobre la vida nocturna en Miraflores. En plena calle Bonilla, uno de los puntos más concurridos y emblemáticos del distrito, se comprobó que varios locales de entretenimiento venden bebidas alcohólicas a menores de edad sin exigir documento de identidad, lo que constituye una clara infracción a la ley.
Un colaborador de apenas 15 años pudo adquirir alcohol con facilidad, sin que los trabajadores del establecimiento hicieran verificación alguna. El problema no se reduce solo a la venta irregular de licor. En estos centros nocturnos, el exceso en el consumo facilita la acción de bandas conocidas como peperas, mujeres que drogan a sus víctimas para luego robarles sus pertenencias.
De acuerdo con las autoridades policiales, estas delincuentes operarían en complicidad con taxistas que se encargan de trasladar a los jóvenes bajo los efectos de sustancias para despojarlos de sus bienes. La situación, según especialistas, pone en grave riesgo a adolescentes y adultos que acuden a estos locales sin medidas de seguridad efectivas.
EXIGEN MAYOR CONTROL
Además de los delitos asociados al consumo irresponsable, preocupa la falta de fiscalización municipal. Vecinos y comerciantes responsables han exigido mayor control policial y municipal durante las madrugadas para evitar que el descontrol nocturno continúe deteriorando la imagen de Miraflores, uno de los principales destinos turísticos y comerciales de Lima.