La ola de inseguridad en el norte de Lima no cesa y nuevas bandas delictivas han comenzado a disputar el control de actividades ilícitas en distritos como Comas, Carabayllo y Puente Piedra. Estas organizaciones emergentes ahora rivalizan con peligrosos grupos liderados por figuras conocidas como Erick Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, y Adán Smith Lucano, alias “El Jorobado”. La violencia derivada de estas disputas ha generado temor en los vecinos, afectando especialmente a pequeños comerciantes y transportistas.
Un reciente caso expone esta cruda realidad: un mototaxista fue asesinado por sicarios tras negarse a pagar cupos extorsivos. El crimen, ocurrido en un paradero de mototaxis, refleja cómo estas organizaciones no solo controlan tiendas o bodegas, sino también amenazan a trabajadores informales y pequeños emprendedores. Según familiares de la víctima, las amenazas eran constantes, y su negativa a colaborar lo convirtió en blanco de los delincuentes.
El accionar de estas bandas delictivas no se detiene en el transporte. Comerciantes y empresarios también son víctimas frecuentes de extorsión. Los delincuentes exigen pagos de cupos a cambio de “protección”, mientras que quienes se resisten enfrentan graves represalias, que van desde atentados con explosivos hasta ataques directos contra sus vidas o sus propiedades.
NUEVO MAPA CRIMINAL
La presencia de estas organizaciones se refleja en un nuevo mapa delictivo: en Comas, Carabayllo y Puente Piedra, la banda de “Joe de los Chimbotanos” y “El Monstruo” se enfrentan por el control, mientras que en Los Olivos opera “Negro Salvatore”. San Martín de Porres y otras zonas están bajo el dominio de “Seco”. Esta expansión de grupos criminales supone un desafío urgente para las autoridades, quienes deben reforzar las estrategias para combatir la inseguridad y devolver la tranquilidad a los vecinos.