Durante su discurso en la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP), la presidenta Dina Boluarte aseguró que “el Perú está en calma y paz”, una frase que evidentemente no refleja la realidad del país.
Y es que la ola de inseguridad continúa en Lima a pesar del estado de emergencia. Esta semana, una empresaria fue asesinada de un balazo por resistirse a un asalto en su cochera. Su esposo, que trató de defenderla, también recibió un disparo y actualmente está internado.
Mientras que en Santa Anita, sicarios a bordo de una camioneta asesinaron a balazos a dos personas en las afueras de un local donde se llevaba a cabo una fiesta de promoción. Una mujer también fue baleada por los criminales y hoy está luchando por su vida en un hospital.
TRES DEDOS CERCENADOS
Y en Trujillo, el prestamista que fue secuestrado por falsos policías fue dejado en libertad después de 11 días de cautiverio. Según la policía, sus captores le cercenaron tres dedos de la mano y le sometieron a múltiples torturas antes de abandonarlo en una calle.