En diálogo con Panorama, Liliana Picasso, dueña del restaurante Granja Azul, aseguró que existe la posibilidad de que su negocio quiebre debido a la clausura impuesta por la municipalidad de Ate, la cual se efectuó el pasado 8 de agosto y hasta ahora no encuentra una solución.
Según su versión, este cierre temporal no se debió a un tema de insalubridad en la cocina, sino a una observación relacionada con los extintores en el área administrativa, la misma que fue subsanada dentro del plazo de las 24 horas, tal como señala el reglamento.
Ya pasaron 12 días desde aquella clausura y, a pesar de las múltiples solicitudes enviadas al alcalde de Ate, Franco Vidal, hasta ahora el área de Fiscalización del distrito no acude al establecimiento para verificar que se cumplieron con todos los requerimientos solicitados.
ESPERA RESPUESTA DEL MUNICIPIO
“El riesgo es que no aguantemos y tengamos que cerrar y quebrar”, sostuvo Liliana Picasso, quien además señaló que se trata del primer cierre a su restaurante en los 73 años de funcionamiento. Ella solo espera una respuesta por parte de la municipalidad de Ate para reabrir su local.
