La necesidad de muchos peruanos por tener un hogar para vivir ha hecho que, incluso, ocupen inmuebles cercanos a los cementerios, una práctica cada vez más común, sobre todo en el Callao, donde se pueden apreciar imponentes construcciones en los alrededores del histórico cementerio José Baquíjano y Carrillo.
Durante su recorrido por este camposanto, un equipo de Panorama conversó con algunos vecinos, quienes aseguran no tener temor de residir en la frontera entre los vivos y los muertos, ya que, según refieren, es solo cuestión de costumbre a pesar de los ruidos extraños y las apariciones de siluetas que ocurren casi a menudo.
Uno de estos vecinos es Luis Junco, quien se desempeñó como vigilante del cementerio Baquíjano y que construyó su casa muy cerca a la tumba de un grupo de militares fallecidos hace varios años. Según cuenta, por la ventana de su cocina escucha cantos y marchas militares, al parecer hechos por los fantasmas de estos soldados.
CASO CEMENTERIO MUNICIPAL DE SURCO
Otro caso curioso es lo que sucede en los alrededores del Cementerio Municipal del distrito de Surco, donde los vecinos han dado vida a la urbanización denominada “Puerto Ánimas”, esto debido a la cercanía de sus viviendas al camposanto y a las tumbas, un nombre que no pasa desapercibido entre propios y extraños.