La ola delincuencial no se detiene ni siquiera en Semana Santa. Prueba ello son las imágenes de las cámaras de seguridad que muestran violentos asaltos y robos registrados en los últimos días en los diferentes distritos de la capital.
En La Molina, un delincuente armado ingresó a una peluquería y en cuestión de segundos encañonó a las trabajadoras para apoderarse celulares y el dinero de la caja registradora. Una vez con botín, el ladrón huye como si nada hubiera ocurrido.
Mientras que en La Victoria, cinco amigos que estaban sentados en una tranquilla calle fueron interceptados por delincuentes, quienes los amenazaron con sus pistolas. Con total violencia, les obligaron a entregar sus celulares y billeteras.
Y en Los Olivos, un emolientero también se convirtió en víctima de la delincuencia. Todo transcurría con normalidad hasta que dos delincuentes lo acorralan y le quitan todo su dinero. En cuestión de segundos, se llevaron sus ganancias del día.