¡Las calles continúan inseguras! Cada día los criminales se sienten dueño de las calles. Ellos no sienten miedo ni remordimiento de atacar a sus víctimas y apretar el gatillo si se resisten al robo de sus celulares.
Contestar una llamada en la vía pública puede costarle la vida. Los asaltantes actúan cada vez con mayor violencia y denuncias policiales evidencian que ningún distrito se salva de la ola delincuencial que azota nuestro país.
Ferreterías, restaurantes, peluquerías y hasta paraderos son blancos de la delincuencia. Los asaltos pueden terminar en tragedia y las víctimas no tienen otra opción que ceder al pedido de los ladrones y perder sus pertenencias.