En un edificio de Los Olivos, comerciantes académicos ofrecen contractos para realizar trabajos de investigación para obtener cualquier título de cualquier carrera. Estas personas cobrarían entre 4 y 7 mil soles para falsear dichos trabajos en un plazo de hasta tres semanas.
Las mujeres que integran este ilícito negocio se hacen llamar “metodólogas” y aseguran que pueden inventar resultados que engañarían a los jurados.
Este servicio fraudulento se basaría en copiar información de internet y parafrasear o reemplazar palabras del texto para que software Turnitin no halle el porcentaje de copia.